Daniel Sanz, escritor de novela negra

Crítica de «Sirat»: Técnica espectacular, personajes vacíos

por | Críticas literarias, Neurodivergencia y escritura | 0 Comentarios

Quiero comenzar mi crítica a Sirat confesando que últimamente no veo muchas películas… bueno, ni series…. en realidad no veo nada, qué narices. Desconozco el motivo, tan solo sé que llevo casi un año más centrado en mí. Leer, dibujar, escribir, cerrar proyectos con los que llevaba años… Y el contenido audiovisual como tal, poco a poco ha ido desapareciendo de mi vida sin pretenderlo.

La cuestión es que, siendo consciente de esto, estoy haciendo un esfuerzo por ver algunas películas que tenía en la lista de pendientes desde hacía tiempo o que me han recomendado. Y eso es lo que nos lleva a la entrada de hoy, porque varias personas me recomendaron esta película y decidí darle una oportunidad.

Antes de continuar debo aclarar que esta crítica a Sirat está meditada. Soy plenamente consciente de que se trata de cine independiente, una apuesta más arriesgada, alejada de aquello a lo que estamos más acostumbrados en el cine comercial o de grandes producciones. Este tipo de cine es género de autor que busca transmitir una idea o una crítica… Todo eso lo sé y, de verdad, me da igual. Por regla general, de hecho, no me gusta nada el cine comercial.

La (impresionante) carcasa técnica de «Sirat»

Se nota a la legua que «Sirat» está producida con cariño. Los paisajes son preciosos, los planos de cámara, la mezcla de sonido es magistral (estando de forma constante sin molestar, bien integrada con los paisajes), el etalonaje de color….

«Sirat», a nivel técnico, es espectacular, no lo discuto.

Su mensaje también está claro: muestra la vulnerabilidad del ser humano, el poder de lo imprevisto, la ridiculez que representa la muerte…

crítica a Sirat

Una mierda interna: crítica a Sirat, sin alma

El resumen de mi opinión sobre «Sirat» es que todo me da igual.

El problema de raíz que tengo con esta película es que no conecto con los personajes ni con su búsqueda. Incluso al terminar el film no sé ni quiénes son.

Esto ocurre, como resumen general, al no cuidar a los personajes. Y sin eso, todo lo demás no importa. Soy consciente de que esto es algo intencional, siendo un punto elogiado por un sector de la crítica.

Sin embargo, para mí no es así. Yo necesito esa conexión con los personajes y me da igual que estemos hablando de una película, novela, relato, cómic….

A fin de cuentas los personajes son lo que sostiene toda historia, nos hacen viajar, sentir, aprender, luchar. Son el corazón de toda historia y sin eso no hay nada.

El viaje del héroe sin héroe

«Sirat» nos muestra un viaje, una unión de unos desconocidos amparados en una fuerza elemental que no necesita explicación, es un mensaje universal. El viaje del héroe, en este caso: enfrentarse a la naturaleza y a lo desconocido para buscar a una hija desaparecida.

Sin conocer el elemento, el camino, los peligros… es algo visceral e irracional que todos podemos comprender y, ante ese hecho, los desconocidos deciden ayudarlos.

Como punto de partida, nada que objetar. Estamos dentro, continuemos… El problema es que aquí ya no hay nada.

Un viaje que no lleva a ninguna parte

Debería haber una conexión, un hermanamiento, un acercamiento. Y sí, es cierto que tenemos varias escenas donde parece que esto va a suceder (como el incidente gracioso con el perro, o el momento de diversión cuando uno de los integrantes canta una canción con el muñón de su pierna).

Pero no hay conexión y, repito, ese es el núcleo de mi crítica a Sirat.

Hay vanos intentos. Tenemos la escena del niño preguntando a uno de los integrantes si no echa de menos a su familia, y la única respuesta obtenida es que «prefiere la actual».

Ver la historia desde la ventana

Todo esto, como tal, no es un problema. No hacen falta diálogos para transmitir la idea; la base de «mostrar» es óptima. Pero no lo logra, y no lo culpo por ello: la ambición es inmensa y es muy difícil lograrlo.

Es decir, es evidente para todos que son desconocidos pero que han formado una familia, está clara la complicidad, la camaradería, cómo se preocupan unos por otros.

Todo eso está ahí, lo que no está es el porqué. Y eso es lo que me hace ver la película desde un prisma alejado.

Me siento como un vecino que ve lo que hacen desde la ventana, pero no estoy con ellos. No comprendo esa camaradería ni de dónde surge.

Tan solo veo que ellos se llevan bien, pero no soy uno de ellos. Su lucha no es la mía, su viaje no es el mío y lo que les pasa… me da igual. Esto, al ser intencionado, no puedo decir que sea un error, para eso está el concepto de experimental y, sobre todo, la visión del director. A fin de cuentas, esta crítica a Sirat refuerza que el director logró exactamente lo que buscaba.

Un final impactante que me dejó indiferente

Con lo impactante que resulta el cierre de la película, con lo inesperado que es, no debería haberme dado igual.

No debería haberme dejado tan frío. No es normal que no me removiese nada por dentro, que tan solo apagase la tele y me fuese a dormir…. Y eso ocurre porque no son personajes, no se han construido como tal.

Es como si estuviese jugando un videojuego y se terminase la partida.

En «Sirat» se ha construido un viaje, una historia, pero no se han construido personajes. Tan solo estereotipos. Y si no hay personajes, por lo menos para mí, no hay nada.

¿Soy yo el que no lo entiende?

Pese a ello, la película ha sido aclamada por público y crítica, ha ganado numerosos premios y está nominada a otros muchos.

No lo sé, quizá sea yo que no sé ver lo que tiene. ¿Vosotros sí? En ese caso, espero vuestros comentarios y que me expliquéis en qué aspecto ha conectado con vosotros para seguir aprendiendo.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *